Cuando vamos a adquirir un coche nuevo, ¿cuáles son las prioridades que seguimos para decantarnos por uno u otro? ¿Gustos, afinidad a una marca o tipo de vehículo, carrocería, interiores, extras que podemos introducir? Dentro de esas prioridades que elaboramos y que deben, en su mayoría, cumplir algún vehículo para que nos inste a decantarnos por él, ¿qué lugar ocupa en esa lista la tecnología incorporada en el vehículo sobre seguridad? En el caso de que no lo hayan pensado o no ocupe un lugar relevante para incidir en la elección de un coche, a continuación daremos algunos argumentos sobre tecnología de frenada en los coches actuales y que deberían haceros conscientes de la importancia de éstos por encima de nuestras preferencias personales.
En primer lugar, vamos a enmarcar y conceptualizar los
términos más utilizados a día de hoy, y en un futuro próximo, sobre seguridad
de frenada en automóviles.
ESP (Programa electrónica de estabilidad).
Sistema implantado en su totalidad en el mercado de coches españoles y que
provoca una frenada individual de cada rueda ante una situación de peligro con
el objetivo de evitar derrapes. De esta manera, lo que este sistema hace es
interpretar si la dirección que el conductor realiza con el volante es la
dirección que requiere el vehículo realmente mientras está circulando, por si
fuese necesario utilizar el sistema de frenado para estabilizar el vehículo.
ABS (Anti-block
Braking System).
El sistema antibloqueo de ruedas es el que mayor implantación y
conocimiento tiene a día de hoy, pues la totalidad de los vehículos en España
lo poseen de serie y por normativa. Su principal función es variar la fuerza de
frenado que se ejerce en las ruedas ante una frenada brusca y/o de emergencia, para
evitar que los neumáticos pierdan adherencia con el suelo.
BAS (Brake
Assist System).
A partir de aquí nos adentramos en sistemas de frenada algo más
innovadores y que ya se están empezando a implantar en nuestro país. El sistema
de asistencia a la frenada de emergencia tiene como principal función ayudar al
conductor, en situaciones de emergencia, a ejercer más presión de frenada sobre el
pedal de freno hasta la detección total del vehículo. Con este sistema
obtendremos el máximo índice de frenada (está
comprobado que ante situaciones de emergencia los conductores no frenan
adecuadamente bien por no ejercer la presión necesaria, o bien porque no
aprovecha la fuerza de frenado que ofrece el vehículo) para conseguir
alcanzar el umbral de bloqueo de ruedas, y poner en funcionamiento el sistema
ABS. Es tal su efectividad, que es obligatoria su inclusión de serie en los
vehículos, pues tiene una alta efectividad en combinación con el ABS.
PEBS (Predictive
Emergency Brake System). Uno de los sistemas más innovadores y con mayor potencial de
reducción de accidentes es el sistema de frenada automática de emergencia. Su
funcionamiento se basa en detectar situaciones de peligro que requieran una
frenada de emergencia o detección inmediata del vehículo, con el objetivo
primordial de evitar un accidente. Ello lo lleva a cabo a través de un sensor
de radar y una cámara de vídeo implantada en el vehículo. Con lo cual, este
sistema ayuda a reaccionar al conductor con mayor eficacia detectando
potenciales situaciones críticas, ya que se pone en marcha, incluso, hasta
cuando el conductor no se ha percatado del peligro. Este sistema no tiene la
obligatoriedad de implantación en vehículos de serie como si que la tienen los
tres sistemas anteriores, siendo únicamente del 4,3% la oferta de este sistema
como equipamiento de serie, y 23 marcas las que lo ofrecen actualmente.
Comúnmente cuando este sistema se pone en funcionamiento atraviesa dos fases:
-
Con
velocidad superior a 30km/h. Ante la aproximación a una situación
crítica a velocidad superior a la mencionada,
el PEBS prepara los frenos para una posible frenada de emergencia, pero antes
de llevar a cabo una frenada automática, avisa al conductor del potencial
peligro a través de una señal acústica y/o visual (el momento de aviso con esta
señal dependerá de lo que el sistema considere la distancia óptima de frenada
completa manual). Si el conductor ante un primer aviso no reacciona, el PEBS
frena ligeramente el vehículo como segundo mecanismo de espera a la reacción
del conductor. Finalmente, si no ha habido reacción antes los dos avisos, el
sistema iniciaría la frenada automática completa con el fin de evitar, o al
menos, minimizar daños en un posible accidente. Asimismo, este sistema pone en
marcha los explicados anteriormente con el fin de aprovechar el máximo índice
de frenado posible.
-
Con
velocidad inferior a 30km/h. A velocidades inferiores a la indicada, el
PEBS interpreta que se circula por ciudad, con lo que el peligro es doble
(colisión de vehículos o atropello a peatón). Por tanto, la reacción de este
sistema es más rápida que si fuera a mayor velocidad, pues cuando detecta una
posible situación de emergencia, precarga el sistema de frenado, y si el
conductor no reacciona en el tiempo necesario que se requiere para una frenada
óptima, el PEBS inicia la frenada automática y pone en marcha los anteriores
sistemas de ayuda a la frenada.
Una vez explicado algunos de los sistemas de frenado más
importantes, mostraremos estadísticas sobre los dos más innovadores (BAS y
PEBS).
-
El 20% de los casos de accidentes, el conductor
frena completamente pero tiene el accidente porque reacciona tarde. En este
caso habría sido de gran ayuda un aviso sonoro de riesgo.
-
En el 49% de los accidentes, el conductor
solamente realizó una frenada parcial, es decir, sin sacar el máximo provecho a
los frenos del vehículo. Posiblemente este porcentaje sería más reducido con la
actuación conjunta de PEBS y el BAS.
-
En el 31% de los restantes accidentes, el
conductor no llegó a pisar si quiera el pedal del freno. En estos casos la
tecnología de frenado automático podría ser primordial.
Evidencias de la efectividad del BAS
-
Como vemos, su efectividad queda totalmente
demostrada, sobre todo cuanto mayor es la velocidad a la que se circula.
-
Se calcula que la actuación conjunta entre PEBS
y BAS podría evitar uno de cada cuatro accidentes con daños a personas.
-
Asimismo, la combinación de BAS y ESP podría
resultar útil para evitar entre un 30% y un 60% de los accidentes más
habituales.
Estas estadísticas evidencian la importancia de estos sistemas
para nuestra seguridad, y aunque no todos están teniendo una implantación
suficiente (como es el caso del PEBS), ya se ha conseguido respaldar la
eficacia del BAS a través del reglamento (CE) 78/2009, que obliga a incluir
este sistema como equipamiento de serie en los vehículos actuales.
Para terminar, queda decir únicamente que hay que ser
conscientes de la importancia que tienen sistemas como los explicados para
nuestra seguridad y la de nuestros acompañantes (en el coche y en la carretera)
y que, si no lo fuera, debería ser nuestra primera prioridad para “cribar”
aquellos vehículos que no nos ofrezcan una seguridad acorde a las tecnología
disponibles, y posteriormente y entre todos los coches que ya sabemos que son
los más fiables y seguros, elegir según gustos, capacidad económica y/o
preferencias personales.
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